16. Velázquez. Las meninas (1)
La perspectiva. Análisis del cuadro Las meninas, de Velázquez.
Velázquez. Las meninas. 1656. Museo del Prado. Madrid.
Representa una escena cotidiana en la corte, el mismo título entraña una contradicción ya que antepone los sirvientes a los amos –las damas de la corte a la infanta y los reyes-. Es un cuadro lleno de ambigüedades, unos críticos se inclinan a que representa una intromisión casual de la infanta y su séquito en las estancias en las que el pintor realiza un cuadro de los reyes. Los reyes se encontrarían del lado del espectador porque están siendo retratados y además los vemos reflejados en el espejo del fondo. Otros piensan que el pintor está retratando una escena cotidiana de la infanta y los miembros de la corte y que son los reyes los que acaban de entrar en la estancia.
En la página de Internet Mirar un cuadro del Museo del Prado dedicada a Las Meninas hay una interesante disección del cuadro escena a escena.
La perspectiva de las Meninas tiene un punto de fuga situado en el brazo del aposentador José Nieto que se encuentra al fondo a punto de atravesar la puerta que da una estancia y que es a la vez uno de los puntos por los que la luz entra a la sala –el otro es la ventana más próxima de la derecha-, de esta forma el espacio tiene una prolongación más allá de la pared del fondo lo que le da mayor profundidad.
(1) Trazamos la diagonal del cuadro y situamos en ella el punto de fuga que está situado en el brazo del personaje del fondo.
(2) Dibujamos algunas de las líneas de fuga: las que limitan los cuadros que hay entre las ventanas de la pared de la derecha, el techo y las dos lámparas de la parte superior izquierda.
(3) Construimos los rectángulos de los cuadros de la pared derecha, que en la representación serán trapecios con dos lados verticales y los otros dos sobre las líneas de fuga del apartado anterior.
(4) Con una de las líneas de fuga y sus simétricas respecto de dos ejes , uno vertical y otro horizontal que pasan por el punto de fuga, representamos un rectángulo que podemos modificar de tamaño como si fuera un gran cristal rectangular que desplazamos perpendicularmente al suelo adelante y atrás en la estancia. A la izquierda se ha colocado un deslizador que nos permite manipular la distancia a la que colocamos el cristal, con ello simulamos en la imagen lo que sería una traslación en la realidad y que aquí se convierte en una homotecia con centro en el punto de fuga.
(5) Intentamos averiguar la posición de los reyes para que su imagen sea reflejada en el espejo del fondo, vuelva después a otro espejo mucho mayor que estaría situado en la pared del espectador y después se dirija al ojo del pintor. También aquí se han colocado dos deslizadores pequeños: uno a la derecha y otro en la parte inferior que nos permite variar la posición de los reyes arriba-abajo e izquierda-derecha y comprobar la composición de reflexiones especulares.
La posición correcta para mirar este cuadro sería colocarnos detrás de los reyes a una distancia igual a la reflejada entre el espejo y el pintor. Aún podríamos mejorarla situándonos de espaldas al cuadro y mirándolo a través de un espejo.
(Para ver la animación hay que desplazar el punto "paso" en la barra de la derecha.)