6. El efecto Shepard
Esta actividad pertenece al libro de GeoGebra Música y Matemáticas.
El efecto Shepard
Al igual que se puede utilizar la perspectiva óptica para engañar a los ojos (como en la famosa Escalinata de Penrose, que da más y más vueltas sin perder altura, lo que se puede apreciar en el famoso cuadro de Escher, Ascendiendo y Descendiendo), la perspectiva acústica puede engañar a nuestros oídos.
Pulsa en la siguiente imagen para escuchar una ilusión sonora denominada efecto Shepard. Nos parece estar oyendo una subida continua en la altura sonora, mientras que la realidad es que al final no nos hemos elevado en absoluto: el último sonido es equivalente al primero. El engaño se produce porque cada nota es en realidad un acorde compuesto por la misma nota en distintas octavas. A pesar de lo maravillosamente que funciona nuestro oído, esto consigue engañarlo.
La siguiente imagen corresponde al espectrograma del efecto Shepard. Observemos que aunque efectivamente se produce un movimiento creciente en las frecuencias, las más altas van desapareciendo paulatinamente, mientras que surgen nuevos sonidos de baja frecuencia que paulatinamente ganan en intensidad. Al final, obtenemos una combinación de frecuencias similar a la de partida.
Si repetimos sucesivamente el efecto, tenemos la impresión de ir siempre “hacia arriba”. Este efecto se ha usado en canciones y videojuegos para provocar en el oyente esa sensación de “caída libre hacia arriba”, de ascenso perpetuo.
Bibliografía: Introducción a la psicoacústica. Federico Miyara