Concavidad y convexidad
Maurits Cornelius Escher. 1955. Litografía
Representa una construcción que parece tener un eje de simetría axial situado en la línea vertical central en el que reina la confusión: paredes que deberían mirar hacia la derecha, lo hacen hacia la izquierda y al revés. Por arte de magia, el suelo se transforma en techo y al contrario. Por si fuera poco, espacios que deberían estar dentro, se encuentran fuera. Si observamos la zona izquierda parece que lo hacemos desde arriba y si miramos la parte derecha, estamos en un plano inferior a lo que se representa allí.
La animación hace que la bola (punto) se desplace por el edificio con el fin de realzar las confusiones que nos propone Escher.
Los últimos juegos se realizan con la concha central. Primero la vemos como un plafón convexo pegado a un techo. El punto que viene por la derecha procede de una cerámica colgada del techo, mientras el de la izquierda viene del suelo que hay junto al personaje sentado junto a la puerta. Cuando llega al centro tiene que caer hacia la parte inferior del cuadro.
Si por el contrario consideramos que la concha es una fuente cóncava situada en el suelo, cuando llegue el punto rodará hacia el centro, lo sobrepasa y queda rodando un rato hasta detenerse por el rozamiento.