Introducción
Durante varios años he tenido la suerte de trabajar con Antonio Pérez Sanz en el IES Salvador
Dalí, un maestro al que siempre merece la pena escuchar y del cual aprendí y aprendo mucho en esto de enseñar matemáticas.
Allá por el año 2006 Antonio trabajó con sus alumnos en una ecuación muy particular .
Ecuación escrita en coordenadas polares y que representa a una familia de curvas llamadas “Concoides de Rosetón”.
Al hilo de la forma polar de un número complejo que vemos en bachillerato esta curva se presta mucho a la investigación, a tocar y a descubrir regularidades. Y no solo por nuestros alumnos. Muchos de nosotros quizás nos preguntemos ¿Cómo será la pendiente de la recta tangente en un punto de la curva? ¿Qué curva tendrá la derivada ? ¿Será otra flor? ¿Cual será su área? ¿Cual será su longitud?
Como dice el poeta Jesús Lizano en su poesía “Las personas curvas”: