Lamparas de Charlotte Perriand (París1903-1999)
Cuando tenía 10 años me operaron de apendicitis, me encantó el hospital. Mi habitación era totalmente blanca, diáfana y daba a un patio arbolado.
Al volver a casa, la gran cantidad de muebles y objetos me abrumó y me eché a llorar.
La sobriedad del hospital me reconfortaba, no era consciente de que acababa de descubrir el vacío.
El vacío tiene un gran potencial, pues puede contenerlo todo.
Un muy interesante video